viernes, 29 de junio de 2007

Decirte algo

Axel J. Barradas

Te quiero pedir algo. Silencio, sólo quiero que me escuches. No, no es lo mismo de siempre, juro que esta vez te lo diré directo… tal como sale de mis labios. No buscaré rimas afortunadas, ni empalagaré tu curiosidad con mis cursilerías. Seré franco. Quisiera… empezar ahora, si me lo permites. ¿No quieres escuchar?... Pero pensé que precisamente esperabas este momento. Creo que era lo que querías, al menos eso pensaba. ¿Que me vaya? ¿A dónde me podría ir?... No seas ridícula. Jamás pensé esas cosas de ti, no exageres los hechos. Eso… eso es sólo una versión incrementada ridículamente por tu imaginación. No, no besé a nadie y mucho menos me acosté con esa ‘zorra’. Ella es una amiga, ¡te lo he dicho mil veces! En la escuela… sí… ahí la conocí y somos amigos desde entonces. ¡Por supuesto que no se me insinúa!... ¿cómo puedes decir ese tipo de cosas de ella? Basta. ¡Basta! ¡YA BASTA! ¿Me permitirías hablar por un segundo? Gracias. No, no soy un ebrio ni he estado consumiendo drogas. ¡Por favor! Lo del viernes pasado fue una casualidad y tú bien sabes que cuando tomo todo se vuelve extraño y me suelo confundir. No, no hay otra mujer. Sólo eres tú. ¡En verdad!… te lo aseguro. No… no grites… dé-…déjame hablar por favor. Sólo quería decirte que… ¡Que no! No, no te voy a pedir favores ni tampoco dinero. No recuerdo una sola vez que te haya pedido dinero más que para complacerte con tus usuales caprichos. No me alces la voz… ¡sólo estoy tratando de decirte que…! ¡¿Qué?! ¡Yo jamás he insultado a tus abuelos!... Eso fue una broma, tú lo sabes. ¿Por qué siempre sacas esto cuando trato de hablar de cosas serias contigo? ¿Qué me falta seriedad?... Por favor… Tú siempre fuiste una hipócrita y yo jamás te lo reprocho. Eres una malagradecida. ¡Suelta eso!... ¡DÉJALO!... esa vasija la trajo mi mamá de Tailandia, si la rompe-… ¡¡NOOOO!! ¡LA ROMPISTE! ¡Eres una estúpida! Todo por tus caprichos y berrinches sin razón de ser… ¡NO!... ¡No era una vasija de quince pesos! Era de porcelana y mi mamá me la regaló hace años. Si se entera me va a matar… ¡déjame en paz! ¡LÁRGATE, PUES! Al infierno o qué sé yo… ¿Que qué te quería decir? Nada. Eres un estorbo. Déjame sólo, tengo que reparar la vasija.

No hay comentarios: